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sábado, 27 de agosto de 2011

Pequeño relato

Bueno, comencemos este relato como una historia cualquiera de amor y aventuras...

Despues de mucho tiempo atras, Satsuna había regresado a su hogar; pero, al llegar se llevo una sorpresa inesperada que la hizo arrodillarse sobre él fétil suelo de hierva pura y tierra blanda.
Satsuna, cayó al borde de la desesperación en sus pensamientos y sentimientos más profundos, y al pensar por un segundo que todo estaba perdido, gimió de espanto y de dolor, y unos instantes después sintió un ligero cosquilleo corriendo por su mejilla; estaba llorando, aunque era la primera vez qu7e lo hacía, sabía muy bien que el llanto.
Unos minutos después se levantó del suelo con las rodillas manchadas de barro y el vestido color negro por la suciedad. Se acercó a la cabaña destruida y quemada que, hace mucho tiempo atrás fue un hogar cálido y lleno de alegría. Entró por un agujero en la pared, y se dirigió a la sala, que era, sin duda, su lugar preferido junto al cálido fuego en invierno donde se perdía en sus pensamientos y los grandes y gruesos libros que le regalaba su abuelo en verano.
Cuando llegó a la sala, era tal como la recordaba, el suelo de mármol y la pared blanca como la nieve, un sofá color marrón en medio y una chimenea en frente, aún por la suciedad que había echo que la pared fuero gris oscura y el sofá con arañazos, supuso de algo puntiagudo y afilado, todo seguía en su sitio.
Perdida en sus recuerdos de infancia, recordó lo más importante y preciado para ella; su mejor amigo, que años atrás, a la edad de 18 años, declaró a Satsuna su amor por ella con un simple y tierno beso en los labios detras de su casa, que la confundió y asustó al no saber, qué clase de sensación y sentimiento era a lo que se enfrentaba y huyó lejos de allí sin decir nada a nadie.
Inmediatamente, salió corriendo de la sala, y salió por el agujero de la pared hacía la casa de su joven amigo, pero cuando llegó estaba deshabitada. Entró a la cocina, pero no vió a nadie, solo la sangre seca de alguién que habitaba en la casa, desparramada por el suelo, y Satsuna, sollozó y gimió del horror y el espanto, y pensó: "¿Qué habrá pasado? ¿Y, dónde están todos mis seres queridos, a los que tan horriblemente abandoné?"

lunes, 23 de mayo de 2011

Capitulo 5: Un nuevo acompañante


Yui seguía mirando a su alrededor, intentando encontrar algo entre la oscuridad, pero no encontró nada.
Re continuamos nuestro camino; de repente, un chico alto, moreno y desgarbado se paró en medio de nuestro camino. Yui no se dio cuenta inmediatamente, pero cuando lo hizo, ya se encontraba delante de él.
-¿Quién eres?- pregunté con curiosidad.
-Me llamo Naite, ¿tú eres Ruchia, la última guerrera hanyou del reino de la luz?-
-Si- respondí sin remordimientos.
- ¡He sido enviado para acompañaros a ti y a tu hatten.-
-“¿Hatten?”- pregunté desconcertada.
Yui, inmediatamente le hizo un movimiento de guardar silencio a Naite; sin embargo, el rostro de Naite se veía preocupado y a la vez enfadado.
-¿Todavía no le has dicho quién y qué eres, Yui?- le preguntó con tono brusco –Pensé que era tu deber informarle de esto a Ruchia, ya que ella es la más indicada para saberlo, pero veo que no lo has hecho, la verdad es que me has decepcionado, ahora tendré que decírselo yo mismo, ya que tú no has sido capaz-.
Yui lo miró con tristeza y culpabilidad y suspiró.
-No hace falta Naite, yo misma se lo diré, pero te advierto que no era mi intención desobedecer a la luz- dijo Yui.
Se giró y me miró a los ojos. Sabía que no le gustaría decírmelo, pero yo quería saberlo, así que no la detuve.
-Soy tu hatten, un ser, creado por tus deseos, sueños, y recuerdos más felices- Yui se detuvo por un momento avergonzada, pero continuó –soy un ser de la luz, esto significa que he sido creada por la luz de tu interior, ya que no albergas oscuridad en tu interior, tu eres un ser distinto a todos los que habitamos los 3 mundos.-
De repente, la detuve pensativa, sin saber muy bien lo que me explicaba, y le pregunté mis dudas –yo no albergo ninguna oscuridad, pero los demás humanos si, así que se crean dos seres…- 
-Exacto- respondió Yui en el acto – pero debido a estos dos seres creados de un solo cuerpo, se crearon los dos mundos que hoy en día conocemos como Lumox y Osten, los reinos de la luz y la oscuridad, gobernados por la soberana luz y un demonio de las tinieblas. Lo que estoy intentando explicarte, es que los seres que habitan los dos mundos, son seres creados por humanos (los hatten), humanos, hanyou y puros.-
-Empiezo a comprender un poco mejor- dije aliviada por la gran explicación de Yui.
-Pero, cuando estos reinos y seres empezaron a convivir y a desarrollarse, hubo guerras en contra de esto. Uno de los primero en manifestarse fue un humano que vivía con los puros en el reino de la oscuridad, y debido a esto, no han cesado las batallas.
Los puros y los humanos que habitan aquí, desprecian a los hanyou, como tu.-
-Pero, ¿por qué?- pregunté con mucha más intriga de la que tenía antes.
-Los hanyou, son seres nacidos de un humano/a y un puro/a. Esa mezcla de sangres, era la que no soportaban algunos puros y humanos. Cuando tus padres aún vivían, quedaban cuatro parejas de la raza hanyou, y cuando murieron, se creyó que no quedaba nadie más de tu raza.
Los puros y los humanos, temían a los poderes sobrenaturales de los hanyou, ya que conseguían hacer cosas extraordinarias.
Y cuando se creía que los tres mundos quedarían destruidos, nací yo.
Los humanos y los puros que habitaban en Lumox decían que tenía una belleza y pureza increíbles. Me adiestraron con el propósito de traer a la última guerrera hanyou existente. Y por eso estamos hoy aquí.-
Me quedé asombrada de lo que acababa de oír. Después, me giré, y le dirigí la mirada a Naite, que seguía con el rostro serio pero alegre al mismo tiempo.
-¿Vendrás con nosotros?- le pregunté.
-Ya os he dicho que me han ordenado acompañaros-. Dijo Naite con una sonrisa burlona en su rostro. Y cuando me miró, sentí algo que daba confianza en él.

domingo, 8 de mayo de 2011

Capitulo 4: La oscuridad del viaje

Habían pasado tres días desde que empezamos el viaje al reino de Luminox, pero no encontramos ninguna criatura desagradable, aunque sí que nos topamos, con algún que otro ramlog (en la tierra se le conoce como esclavo de un mercader), pero no nos hicieron daño.
Al quinto día, llegamos a una especie de línea invisible, pude comprobar, que al otro lado, había mucha oscuridad y frío.
-Note acerques- dijo Yui, -al otro lado está el reino de la oscuridad, pero solo se les permite pasar a los seres infelices, desgraciados o que quieren entregar su vida a los seres que habitan allí-.
La sangre me heló todo el cuerpo en un segundo con tan solo pensarlo.
Proseguimos nuestro viaje alrededor de la línea, cada día, veíamos mas cosas horribles que sucedían en el mundo de la oscuridad. Un día, nos topamos con un humano masacrado por su familia y desterrado de su casa, se le veía muy cansado y angustiado. La verdad es que no me gustaba verlo, pero no podía hacer otra cosa. A lo que me refiero es a la matanza, veíamos como despedazaban y mutilaban a aquellos pobres hombres.
-Pobres humanos, no saben dónde se meten- pensaba yo con tristeza.
A los veinte días, nos paramos a descansar en medio de la nada.
Parecía que nunca terminaríamos nuestro viaje. Lo que menos me gustaba era la sensación del no sentir nada en mi cuerpo excepto cansancio y hambre, pero lo agradecía en ciertas ocasiones cuando me caía y no sentía el dolor en piernas o brazos.
                                                                 
Pasaron los meses, y más meses, y habíamos recorrido como Estados Unidos entero pero en la oscuridad. De repente, Yui se giró y me miró, luego me dijo:-Hasta aquí he podido acompañarte, pero ahora deberás enfrentare al nuevo mundo que te aguarda-. Se quedó callada por un momento, y le dije-¿A dónde vas, porqué me vas a dejar sola ahora?- Yui no me respondió inmediatamente, aunque yo sabía que no lo haría, ella siempre era cálida y tranquila sin miedo ni alegría a la vez, eso siempre me llamaba la atención de ella, y me moría de ganas por saber que escondía en sus recuerdos que tanto la atormentaba.
-Vas a ir sin mí. Yo no puedo cruzar el reino de la luz, ya que yo soy un ser distinto, además sólo te esperan a ti, y no podré soportar la masacre que hay en mi…- Yui paró por un momento la conversación, y miró fijamente a la oscuridad que nos rodeaba, alguien nos había seguido desde que nos encontramos con la línea de ambos mundos, eso lo sabíamos de sobra, pero por un momento, se reflejó en el rostro de Yui una pequeña sonrisa de satisfacción, pero fue tan rápida, que pensé que solo había sido un sueño.
¿Acaso la persona que nos seguía quería luchar con nosotros o ayudarnos?

lunes, 25 de abril de 2011

Especial del dia del libro: El último ángel

“La paz, el amor, la amistad… son las cosas más importantes en este mundo lleno de amargura y dolor. Por eso has sido enviada para protegerlas…”
Abrí los ojos y pude contemplar un cielo azul y hierba fresca y verde.
No sabía cuánto tiempo llevaba inconsciente en aquél lugar.
No me di mucha prisa en incorporarme. Me levanté despacio, y noté un terrible dolor en el pecho.
Mi ropa estaba cubierta de sangre, y estaba sentada en un charco de sangre, sin embargo, parecía que había pasado mucho tiempo desde que perdí el conocimiento.
Estaba rodeada de plantas y arbustos, también de tierra y algunos insectos.
Me levanté despacio por la gravedad de mis heridas. Sacudí el polvo de mi ropa desgastada y desgarrada.
No tardé mucho en darme cuenta de que llevaba ahí 100 años dormitando, sin darme cuenta de que la vida iba pasando rápidamente.
Comencé a caminar, adentrándome aún más en un bosque oscuro y tenebroso.
Cuando salí de él, la luz del sol me cegó los ojos por unos instantes, y cuando me acostumbré a sus rayos, penetrantes y resplandecientes, pude contemplar a lo lejos un profundo océano de aguas cristalinas y arena fina.
Continué caminando alrededor de la playa.
Las olas que chocaban contra las rocas, producían un sonido, un susurro, una lengua extraña que solo yo podía comprender.
Miré hacia el horizonte, sin saber qué rumbo iba a seguir.
Hundida en mis pensamientos decidí continuar hasta la aldea más próxima, y curarme de mis heridas allí.
Cuando la noche se adueñó de la playa, no encontré ninguna aldea. Me parecía extraño no encontrar una a estas horas, ya que había caminado mucho.
Agotada, me conformé con un enorme árbol que se situaba detrás de mí, y me acurruqué, hasta que caí en un sueño profundo, que me hizo recordar los sucesos que sucedieron cuando quedé inconsciente.
“Un espíritu maligno intentaba despedazarme con su espada. Reconozco que era un rival bastante difícil de matar. Desenvainé mi espada y repetí estas palabras: ¡YOJURA MUMORU!...”

domingo, 24 de abril de 2011

Capitulo 3:El comienzo del viaje

Habían pasado 2 semanas desde que Yui me dijo los secretos que guardaba mi familia. Así era. Mis padres, formaban parte de un escuadrón de guerreros hanyous, que en mi idioma significaba guerrero de la luz.
Yui me contó además que este escuadrón, lucho hace mucho tiempo contra un hombre llamado Rasek. Él era el guardián de la puerta que conectaba con el mundo de la luz, la oscuridad y la Tierra, pero fue engañado por demonio, perdiendo el control sobre sí mismo y causando muerte y sufrimiento a ambos mundos de la luz y la oscuridad, sin embargo no pudo cruzar a la Tierra. Cuando intentó cruzar, el escuadrón de los guerreros hanyous intentaron detenerle, Rasek casi cruzó el umbral, pero mis padres, los dos sobrevivientes de la batalla, lucharon contra él hasta perder la vida; ellos sabían que no saldrían con vida, así que antes de partir, sellaron mis poderes y el rastro de cualquier indicio que le hubiera hecho creer a Rasek que yo existía.
Mis poderes alcanzan una fuerza más grande que el mismo Rasek, él mismo lo sabía, 3 años después de la muerte de mis padres apareció Yui, una extraña criatura con la única misión de adiestrarme y protegerme.
                                                                                Descripción: C:\Users\Lucia\Downloads\images (9).jpg
Yui llevaba un buen rato esperándome en la dimensión Nash Bull (era como una especie de sala de entrenamientos que no tenía fin), la verdad es que me daba mucho llullu entrar a ese lugar, podían aparecer todo tipo de seres, desde sirenas hasta los más feroces dragones, claro que dependía del grado en el que estabas.
Todos los días por la tarde iba a entrenar, pero siempre llegaba tarde.
Yui no podía esperar más y se tele transportó hasta mi habitación.
-¡¡AHHHH!!- grité asustada.
-¡VENGA RUCHIA, HOY TIENES EL EXAMEN FINAL Y VAS A CRUZAR LA PUERTA DORADA QUIERAS O NO!- dijo Yui llena de rabia.
Ella sabía que no me gustaba nada esa puerta, pero hoy tenía el examen y debíamos viajar más allá de la dimensión Nash Bull, debíamos ir al reino de la luz, al Luminox.
Sí, por primera vez vería con mis propios ojos el reino del que provenía Yui.

domingo, 17 de abril de 2011

Capitulo 2: Secretos del pasado

A la mañana siguiente, un rayo de sol traspasó la ventana, reflejándose en mi rostro.
-¿Habrá sido un sueño?- pensé.
Me levanté con desgana de la cama, reflexionando. Me lavé la cara, molesta por lo fría que estaba el agua, saqué del armario mi uniforma, sin muchas ganas de ponérmelo. No tenía ganas de irme de allí, pero sabía que no podía quedarme sin hacer nada, tenía que averiguar que estaba pasando.
Bajé las escaleras en dirección a la cocina y me preparé un desayuno.
-Parece mentira que antes está casa calentase a los que vivían en ella en invierno. El agua y la comida tampoco escaseaban, pero esos buenos tiempos han terminado- le dije a la taza que tenía en frente. Hacía ya tiempo que le hablaba a las cosas, ya que vivía sola.
Cuando terminé de desayunar, cogí mi abrigo y un euro de una vieja caja de porcelana, y salía la oscura y silenciosa calle.
En invierno, a las 8:00 de la mañana, siempre estaba oscura. El frío hacía que fuera sombría, cubierta por la niebla.
Nunca me acerqué al final de esa profunda calle, algunas veces sentía curiosidad por averiguar que había al otro lado de la niebla.
Esa mañana, sentí una curiosidad que sobrepasaba mis límites, así que me adentré entre la niebla. M e daba escalofríos aquella oscuridad, pero seguí avanzando. Me detuve un momento a pensar en lo que estaba haciendo, y en el miedo que sentía en aquél lugar. Había un aura distinta.
Jugueteé con el vapor que producía mi respiración por el frío, y seguí avanzando. De repente, finalmente acabé enfrente de una vieja pared, llena de moho y suciedad, aunque lo que más me sorprendió fue la sangre que había en el suelo. Sentí que se me helaba la sangre y tragué saliva.
En medio de la pared, había una extraña puerta de madera color dorada. En ella había escritos unos dibujos, que debí suponer que eran palabras en otro idioma. Aunque la madrea estuviera malgastada por los años, el pomo permanecía intacto, como si alguien lo usase diariamente. Alargué mi brazo para abrirla, pero por un segundo dudé y salí corriendo.
-Que estupidez- pensé.
Llegué hasta la parada del autobús, saqué el euro que tenía en el bolsillo, se lo entregué al conductor casi sin aliento.
Cuando llegué al colegio, de entre la niebla apareció Yui.
Se me acercó y me dijo: -Hola, ¿cómo te encuentras esta mañana?
-No ha sido un sueño- me dije a mi misma.
-As intentado abrir la puerta ¿verdad?- me dijo Yui.
Me quedé de piedra: - ¿cómo lo habrá sabido?- pensé.
-Pero aún no estas preparada, así que no te acerques. No te gustará lo que hay tras esa puerta, pero cuando finalmente estés reparada, tendrás que pasar y enfrentarte a los peligros que aguarda tras ella.-
No comprendí nada de lo que dijo, y le pregunté inquieta: -No entiendo nada Yui, explícame que está pasando por favor-
Ella no respondió y se alejó corriendo.
Estuve toda la tarde pensando en la puerta dorada y en las palabra de Yui: “Aún no estas preparada, pero cuando lo estés, tendrás que en enfrentarte a los peligros que hay tras ella.”
Las horas fueron pasando, y llegó el momento de regresar a casa después de un duro día de estudios, sin embargo, sentía curiosidad por saber quién era Yui, así que me acerqué a mi compañeros y les pregunté si sabían quién era. Me decepcionaron mucho sus respuestas: “No sé de quién me hablas, no conozco a ninguna Yui, puede que te la hayas imaginado.”
Al salir me dirigí hacia la puerta. Yui me esperaba impaciente, con el  ceño fruncido.
-¿Dónde estabas?- me preguntó.
No le respondí, estaba pensando en otras cosas más importantes, y como si no hubiera oído su pregunta le dije: -¿Quién eres? ¿Por qué me atormentas con cosas que no tienen sentido?- l volví a preguntar por si no había oído bien mi pregunta: -¿Quién eres?-
Yui me miró con tristeza, aunque parecía tranquila y serena, luego me dijo: -Yo soy Yui Necha, protectora de la guerrera hanyou, y estoy en la Tierra para adiestrarla y que algún día pueda pasar al rango que le corresponde en el reino Lumox, en el imperio de la luz.-
-Y, ¿quién soy yo?- le pregunté.
Yui me dirigió una sonrisa burlona y me dijo: -Tú, eres Ruchia Luminox, guerrera hanyou del reino Lumox, nacida en la línea que conecta nuestro mundo con el otro.-
Yo no podía creerme lo que me estaba diciendo. Estaba asustada de tan solo pensar que era cierto lo que Yui decía.
Yui dijo, que eran recuerdos del pasado.

sábado, 16 de abril de 2011

Capítulo 1: Yui

“Afuera hacía frío, y parecía que era el día más indicado para morir así que me puse a pensar, antes de recibir el último ataque de mi contrincante…”
-Hola, me llamo Ruchia- dije al llegar a mi nueva clase.
La verdad es que nadie parecía hacerme mucho caso, pero no perdía nada presentándome.
Estuve toda la tarde intentando hablar con alguien, pro nada, parecía que no era un buen día.
Cuando terminó el colegio, subí una pequeña cuesta que daba a una parada de autobús. Cuando llegué, me encontré un extraño objeto que brillaba en el suelo, así que me agaché a recogerlo, pero de repente, oí la voz de una chica gritarme y decirme-¡¡¡NOOOO!!! No lo cojas, por favor.-
Era alta, de pelo largo y rubio, amarrado con dos coletas que casi tocaban el suelo, unos ojos enormes y azules, y de piel muy blanca, al contario que yo, que era de estatura media, morena de pelo largo y ojos negros, no me parecía una persona normal, supuse que viviría sola, como yo.
Miró el extraño objeto que iba recoger, y me lo quitó de las manos. Luego dijo- Perdona que te haya tratado así, es que este talismán es lo único que tengo de mis padres. Me llamo Yui, que en japonés quiere decir “lazo”. ¿Y cómo te llamas tú?- yo no sabía si decírselo o no, puesto que era una extraña para mí, así que hubo un rato de silencio, mirándonos una a la otra.
-Ruchia- dije por fín-me llamo Ruchia-
Yui me sonrió, y me dijo- Muy bien, Ruchia, dime ¿vas al instituto de ahí abajo verdad?-
-Sí- respondí.
Cuando llegó el autobús, Yui me acompañó hasta mi casa. Estuvimos todo el viaje hablando.
Llegamos hasta la entrada de mi casa, y nos despedimos, pero antes de que entrara, Yui se dio la vuelta, y me dijo: - Buena suerte guerrera hanyou- y se marchó.
Me sorprendió mucho lo que me había llamado, “guerrera hanyou”.
-¿Qué significaría?- pensé.

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